Piensa en el Congreso como una gran aula donde los adultos hacen reglas que todos deben seguir. Al igual que tu maestro ayuda a decidir qué juegos jugar o cuándo tomar la merienda, el Congreso decide cosas importantes como cómo mantener a las personas seguras o cómo gastar dinero en escuelas y parques. En esta aula, hay dos grupos grandes: el Senado y la Cámara de Representantes. Tienen que trabajar juntos, como un equipo, para asegurarse de que las reglas sean justas y buenas para todos.
Otra forma de entender el Congreso es como un libro de recetas para una gran cena familiar. Cada persona tiene sus propias ideas sobre qué cocinar y cómo hacer que sepa mejor. El Senado y la Cámara de Representantes son como los chefs que discuten y deciden qué ingredientes usar. Tienen que estar de acuerdo en la receta antes de comenzar a cocinar.
Finalmente, imagina el Congreso como un rompecabezas. Cada pieza del rompecabezas representa diferentes ideas y necesidades de la gente. El Senado y la Cámara de Representantes trabajan juntos para encajar correctamente todas las piezas y completar la imagen, asegurándose de que todos estén contentos con el resultado final.