La confusión es como cuando tienes una gran caja de crayones y quieres colorear un dibujo del cielo. Tienes tantos crayones, pero no puedes recordar cuál es el azul correcto. Sigues tomando diferentes, pero ninguno parece ser el adecuado. ¡Eso es confusión! Es cuando tu cerebro intenta encontrar la respuesta o elección correcta, pero no está seguro de cuál elegir.
Imagina jugar un juego en el que tienes muchas piezas de rompecabezas. Sabes que se juntan para formar una imagen, pero no estás seguro de dónde va cada pieza. Intentas ponerlas en diferentes lugares, pero no parecen encajar. ¡Eso es confusión! Es como si tu cerebro intentara resolver un rompecabezas, pero no está seguro de cómo encajan las piezas.
Piensa en la confusión como una bola de hilo enredada. Quieres hacer una línea recta, pero el hilo está todo enredado. Tienes que desenredarlo con cuidado para ver la línea claramente. Eso es lo que hace tu cerebro cuando está confundido: trata de desenredar todos los pensamientos para entenderlos.