Cuando te sientes confundido, es como tener una gran caja de piezas de rompecabezas pero no saber cómo juntarlas. Ves todas las formas y colores, pero aún no tienen sentido. Está bien porque a veces solo necesitas un poco de tiempo o ayuda para ver el panorama completo.
Otra forma de pensar en la confusión es como tratar de encontrar tu camino en un laberinto. Puedes girar a la izquierda o a la derecha, pero no estás seguro de dónde está el final. Tienes muchos caminos para elegir, y puede ser un poco complicado. Pero recuerda, es parte de la diversión explorar y descubrir el camino correcto.
Piensa en la confusión como un día con niebla. No puedes ver todo claramente, y las cosas pueden parecer un poco borrosas. Pero a medida que la niebla se levanta, las cosas comienzan a aclararse de nuevo. Está bien hacer preguntas o pedir ayuda para ver las cosas mejor. Todos se sienten confundidos a veces, y es una forma en que aprendemos cosas nuevas.