confinar
Cuando hablamos de ‘confinar’, piensa en un corralito para bebés. El corralito es como un pequeño espacio donde el bebé puede jugar de manera segura. Las paredes del corralito son los ‘límites’ porque mantienen al bebé adentro y evitan que se aleje. El bebé puede divertirse y jugar con juguetes adentro, pero no puede salir hasta que alguien abra la puerta.
Otra forma de entender ‘confinar’ es imaginar un acuario. El agua y los peces se mantienen adentro gracias a las paredes de vidrio. Los peces pueden nadar y divertirse, pero no pueden salir del acuario. El acuario confina el agua y los peces, manteniéndolos en un espacio seguro.
Piensa en un arenero en el patio de recreo. La arena permanece en un lugar gracias a los bordes de madera alrededor. Los bordes confinan la arena para que no se esparza por todo el patio de recreo. Los niños pueden construir castillos de arena y cavar agujeros, pero la arena se queda dentro del arenero.
En todos estos ejemplos, ‘confinar’ significa mantener algo dentro de un cierto espacio, para que no salga de los límites.