La concepción es como plantar una semilla en el suelo. Cuando plantas una semilla, necesita las condiciones adecuadas para crecer, como agua, luz solar y tierra. De manera similar, cuando una mamá y un papá quieren tener un bebé, cada uno tiene una parte especial, como semillas, que se unen dentro del vientre de la mamá. Así es como un bebé comienza a crecer, al igual que una planta comienza a crecer a partir de una semilla.
Otra forma de pensar en la concepción es como una receta para hacer un pastel. Necesitas mezclar diferentes ingredientes para crear algo nuevo. La mamá y el papá cada uno aportan un ingrediente especial, y cuando los mezclan, comienza el proceso de hacer un bebé. El bebé luego crece dentro de la mamá, al igual que un pastel se hornea en el horno.
La concepción también puede considerarse como un encuentro mágico. Imagina dos pequeñas partes encontrándose y decidiendo convertirse en un bebé. Se unen y comienzan a cambiar y crecer, como un pequeño truco de magia que ocurre dentro del vientre de la mamá.