Quejarse es como cuando tienes un juguete que no funciona como quieres. Puedes sentirte molesto o frustrado porque el juguete no hace lo que esperabas. Le cuentas a alguien, como un adulto, con la esperanza de que puedan ayudar a arreglarlo o mejorarlo. Quejarse es una forma de expresar tus sentimientos cuando algo no está bien.

Piénsalo como cuando tienes mucha sed y quieres un vaso de agua. Si no dices nada, nadie sabrá que necesitas beber. Pero cuando te quejas, es como tocar una pequeña campana para hacerle saber a todos, ‘¡Necesito ayuda aquí!’ Es importante usar tus palabras para explicar qué está mal para que otros puedan entender y ayudarte.

Imagina una gran nube esponjosa en el cielo. Cuando está demasiado llena de lluvia, la deja caer. Quejarse es un poco como esa nube dejando caer la lluvia. Es liberar tus sentimientos para que no te sientas tormentoso por dentro. Al igual que la nube, una vez que has liberado tus sentimientos, puedes sentirte más ligero y feliz.