El compromiso es como una promesa que te haces a ti mismo o a los demás. Imagina que tienes una planta que necesita agua todos los días para crecer. Si decides regarla todos los días, estás haciendo un compromiso para cuidarla. Esto significa que harás lo mejor para recordar y regarla, incluso si te sientes cansado o quieres jugar.
Piensa en el compromiso como un pegamento pegajoso que te mantiene unido a tus metas o promesas. Una vez que decides hacer algo, como aprender a andar en bicicleta, este pegamento te ayuda a seguir practicando, incluso cuando se pone difícil.
El compromiso también es como una capa de superhéroe. Te da el poder de seguir adelante, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Cuando llevas esta capa, te sientes fuerte y decidido a terminar lo que empezaste.
Finalmente, el compromiso es como construir una torre con bloques. Cada bloque es un pequeño paso que das hacia tu objetivo. Si sigues añadiendo bloques, tu torre crece. Si te detienes, la torre se queda igual. Así que el compromiso te ayuda a seguir construyendo hasta llegar a la cima.