El comercio es como un gran patio de recreo donde los niños intercambian juguetes. Imagina cada juguete como un producto, como un osito de peluche o un coche de juguete. Cuando le das un juguete a tu amigo y él te da uno a cambio, eso es como un intercambio. En el comercio, las personas intercambian cosas que hacen o cultivan, como comida, ropa o juguetes, por algo más que necesitan o quieren.

Piensa en el comercio como un rompecabezas gigante. Cada pieza representa algo diferente, como una tienda, un mercado o una persona que vende o compra algo. Cuando todas las piezas encajan, todos obtienen lo que necesitan, al igual que cuando terminas un rompecabezas y ves la imagen completa.

El comercio también es como un gran juego de compartir. Las personas comparten lo que tienen, como los agricultores comparten frutas y verduras, o los fabricantes de juguetes comparten sus juguetes. A cambio, obtienen algo que necesitan, como dinero u otros bienes. Este compartir asegura que todos tengan lo que necesitan para ser felices y saludables.

Finalmente, el comercio es como un río que fluye a través de una ciudad. Al igual que el agua en un río se mueve de un lugar a otro, el comercio mueve bienes y servicios, ayudando a las personas a obtener lo que necesitan. Cuando el río fluye suavemente, todos se benefician y la ciudad prospera.