Una colonia es como un gran grupo de amigos que deciden vivir juntos en un nuevo lugar. Imagina que todos tus amigos de la escuela van a vivir en un gran patio de juegos lejos. Se ayudarían entre sí, compartirían sus juguetes y harían nuevas reglas para que todos puedan divertirse. Esto es como una colonia porque todos trabajan juntos para que el nuevo lugar se sienta como en casa.
Otra forma de pensar en una colonia es imaginar una colmena de abejas. Las abejas se reúnen para construir su hogar, recolectar comida y cuidarse entre sí. Cada abeja tiene un trabajo especial que hacer, como encontrar flores o cuidar de las abejas bebé. Cuando todas trabajan juntas, la colmena es un lugar feliz. Al igual que las abejas, las personas en una colonia tienen diferentes trabajos para ayudar a todos.
Una colonia también puede ser como una familia que se muda a una nueva casa. Llevan sus pertenencias, organizan sus habitaciones y aprenden sobre el nuevo vecindario. Pueden conocer nuevos vecinos y hacer nuevos amigos. Con el tiempo, se convierten en parte de la comunidad y hacen del nuevo lugar su propio hogar. Esto es lo que sucede en una colonia también, a medida que las personas se asientan y hacen de ella su hogar.