El frío es como cuando el sol se esconde y el aire se siente como si te diera un abrazo suave pero un poco frío. Es cuando usas tu suéter favorito porque parece que el mundo ha bajado la temperatura, como cuando giras la perilla de un horno de juguete para que deje de cocinar.
Imagina tu helado, pero en lugar de ser cremoso y derretido, es duro y escarchado. Eso es lo que el frío hace a las cosas. Convierte el agua en hielo, y es por eso que puedes ver tu aliento como una pequeña nube cuando estás afuera en invierno.
El frío también es como cuando tocas un copo de nieve y se siente como un pequeño beso frío en tu piel. Es lo opuesto al calor, como cuando te acurrucas bajo una manta. El frío te hace querer acercarte a cosas cálidas, como un cachorro amigable o un fuego acogedor. Es un recordatorio de que a veces al mundo le gusta jugar un pequeño juego de congelarse con nosotros.