Imagina que tienes un juguete favorito, como un oso de peluche. Coaccionar es cuando alguien intenta hacer que renuncies a tu oso de peluche haciéndote sentir que no tienes otra opción. Podrían decir, ‘Tienes que dármelo, o ya no seré tu amigo.’ Esto no es agradable porque te hace sentir que tienes que hacer algo que no quieres hacer.
Piensa en un momento en el que querías jugar afuera, pero alguien dijo que no podías a menos que hicieras sus tareas por ellos. Esta es otra forma de usar la coacción. Es como un juego donde las reglas son injustas, y te sientes atrapado haciendo algo que no quieres hacer.
Imagina una historia en la que un niño grande en el patio de recreo dice, ‘Dame tu almuerzo, o le diré al maestro que hiciste algo malo.’ Eso también es usar la coacción. No es justo porque es como usar un truco para hacerte sentir asustado o preocupado, así que haces lo que ellos quieren.