Una costa es como el borde de una gran manta azul llamada océano. Imagina que extiendes una manta en el suelo, y el borde de esa manta es donde termina la manta y comienza el suelo. Eso es como la costa, donde la tierra se encuentra con el mar. Es un lugar especial donde puedes encontrar arena, olas, y a veces incluso conchas.
Piensa en la costa como un parque de juegos para el océano y la tierra. Las olas son como las manos del océano, que vienen a hacer cosquillas en la arena y luego se retiran. A veces, las olas traen pequeños regalos del mar, como conchas o algas, y los dejan en la orilla para que los encontremos.
La costa también es como un gran abrazo del océano a la tierra. Es donde se encuentran y se saludan todos los días. Cuando estás en la costa y miras al océano, es como mirar la piscina más grande del mundo, extendiéndose hasta donde alcanza la vista. Es una línea mágica que separa la tierra del agua y que siempre está cambiando debido a las mareas y el clima.