Piensa en una clase como una gran caja donde pones cosas que son similares. Imagina que tienes una caja para todos tus coches de juguete. La caja es la clase, y los coches de juguete son los objetos que pertenecen a esa clase. Cada coche de juguete puede ser de un color o tamaño diferente, pero todos caben en la caja porque todos son coches de juguete.

Otra forma de pensar en una clase es como una receta para hacer galletas. La receta te dice qué ingredientes necesitas y cómo mezclarlos para hacer galletas. En este caso, la clase es la receta, y las galletas que horneas son los objetos hechos a partir de esa receta. Puedes hacer muchas galletas con la misma receta, al igual que puedes tener muchos objetos de la misma clase.

Imagina una clase como un plano para una casa. El plano tiene todos los detalles sobre cómo debe ser la casa, como dónde están las habitaciones y qué tamaño tienen. Pero la casa real que construyes a partir del plano es como un objeto. Puedes construir muchas casas a partir del mismo plano, al igual que puedes crear muchos objetos a partir de una clase.