La circunstancia es como el clima a tu alrededor. Así como el sol, la lluvia o el viento pueden cambiar la forma en que juegas afuera, las circunstancias son las cosas a nuestro alrededor que pueden cambiar lo que hacemos. A veces, el sol brilla y todo parece fácil y divertido. Otras veces, puede llover y necesitas encontrar una nueva forma de jugar. Las circunstancias pueden ser así, cambiando lo que podemos hacer o cómo nos sentimos.
Piensa en las circunstancias como las piezas de un gran rompecabezas. Cada pieza es algo diferente, como tus amigos, tus juguetes o incluso la hora que es. Cuando todas las piezas encajan bien, todo funciona sin problemas, como cuando terminas un rompecabezas y ves la imagen completa. Pero si falta una pieza o no encaja bien, puede ser difícil terminar el rompecabezas. Las circunstancias componen el rompecabezas de nuestro día, y a veces necesitamos encontrar la manera correcta de unirlas.
Las circunstancias también pueden ser como una gran aventura emocionante. A veces, encuentras caminos fáciles y otras veces, enfrentas grandes colinas para escalar. Cada parte de la aventura es una circunstancia que necesitas resolver. Algunas son divertidas y fáciles, como deslizarse por una colina, y otras son difíciles, como escalar. Pero cada parte de la aventura te ayuda a crecer y aprender cosas nuevas.