La circulación es como un carrusel en tu cuerpo. Al igual que el carrusel te lleva en un círculo, tu sangre circula por tu cuerpo en un gran bucle. Tu corazón es como el motor que mantiene el carrusel en movimiento. Bombea la sangre, que lleva cosas importantes como el oxígeno y los nutrientes a cada parte de tu cuerpo, para que se mantengan saludables y fuertes.
Piensa en un sistema de trenes. El corazón es la estación de tren, y la sangre es el tren. El tren recoge pasajeros, como el oxígeno, de los pulmones y los lleva a diferentes paradas, como tus dedos y pies. Después de dejar a los pasajeros, el tren recoge basura, como el dióxido de carbono, y la lleva de regreso a la estación para su limpieza. Este viaje ocurre una y otra vez, todo el día y la noche.
Imagina una manguera de jardín regando plantas. La manguera lleva agua a cada planta, ayudándolas a crecer. En tu cuerpo, la sangre es como el agua, y las plantas son como tus órganos y músculos. Cuando tu corazón bombea, es como abrir el grifo, enviando sangre a cada parte para mantenerte saludable y lleno de energía.