Un niño es como una pequeña semilla que crece hasta convertirse en un árbol grande y fuerte. Al igual que una semilla necesita agua, sol y cuidado para crecer, un niño necesita amor, atención y aprendizaje para convertirse en un adulto feliz y saludable. Un niño está lleno de energía, curiosidad y potencial, listo para explorar el mundo y descubrir cosas nuevas cada día.
Piensa en un niño como un pequeño artista con un lienzo en blanco. Usan su imaginación y creatividad para pintar su mundo con colores de alegría, risas y sueños. Cada experiencia, ya sea jugando con juguetes o leyendo un libro, agrega un nuevo color a su obra maestra, ayudándolos a aprender y crecer.
Un niño es como un nuevo libro de historias con páginas vacías esperando ser llenadas con aventuras y cuentos. Cada día es un nuevo capítulo donde conocen nuevos amigos, aprenden cosas nuevas y crean recuerdos. Al igual que un libro de historias, la vida de un niño está llena de sorpresas y momentos emocionantes, haciéndolos únicos y especiales.