Cuando decimos que algo es barato, significa que no necesitas mucho dinero para comprarlo. Es como cuando vas a la tienda de helados y puedes comprar una bola de helado con solo unas pocas monedas de tu alcancía. ¡Eso es porque el helado no es caro, es barato!

Imagina que tienes una caja de crayones y quieres comprar más colores. Si los nuevos crayones no necesitan muchas de tus monedas ahorradas, son baratos. Es como intercambiar un coche de juguete por toda una caja de crayones en lugar de solo un crayón. ¡Obtienes más sin dar mucho!

Cuando algo es barato, es como encontrar un tesoro escondido en la tienda de juguetes. Podrías ver un juguete que cuesta menos de lo que pensabas, y aún tienes suficientes monedas para comprar un caramelo. Se siente como una sorpresa especial porque puedes divertirte más sin gastar todas tus monedas. Ser barato no significa que no sea bueno; a veces es solo un poco más fácil de conseguir.