La caridad es como compartir tus juguetes con un amigo que no tiene ninguno. Cuando ves a alguien que necesita ayuda, darle lo que puedes lo hace feliz, al igual que cuando compartes tu juguete favorito y ves la sonrisa de tu amigo. Se trata de bondad y de querer que los demás también sean felices.

Piensa en la caridad como plantar una semilla en un jardín. Cuando ayudas a alguien, es como regar esa semilla. Con el tiempo, la planta crece y se fortalece, al igual que tu ayuda puede hacer que alguien se sienta mejor y tenga éxito.

La caridad también es como ser un superhéroe. Los superhéroes ayudan a las personas en apuros, y tú puedes ser un superhéroe ayudando a los demás. Ya sea dando comida a alguien que tiene hambre o donando ropa que ya no usas, estás haciendo del mundo un lugar mejor.

Finalmente, la caridad es como un abrazo cálido. Cuando das a los demás, te sientes cálido por dentro, como un abrazo de alguien a quien amas. Hace que tanto tú como la persona a la que ayudas se sientan bien. Se trata de cuidar y compartir tu calor con los demás.