Cuando decimos que algo es cierto, es como cuando sabes que tu libro de cuentos favorito siempre tendrá el mismo final. No importa cuántas veces lo leas, el héroe siempre salvará el día. Es una promesa de que las cosas no cambiarán, como el sol que sale cada mañana. Puedes confiar en ello porque es predecible y no te sorprende.
Piensa en cierto como tu manta favorita. Siempre está ahí para mantenerte caliente cuando hace frío. No importa cuántas veces la uses, siempre será suave y reconfortante. Es algo en lo que puedes confiar, al igual que estás seguro de que tu mamá o papá te arroparán por la noche. Es una sensación de seguridad y de saber lo que sucederá.
Imagina jugar un juego donde siempre conoces las reglas. Cierto significa que esas reglas nunca cambian, por lo que siempre sabes cómo jugar y qué esperar. Es como saber que cuando plantas una semilla, crecerá en una planta si le das agua y sol. No estás adivinando; estás seguro de ello. Eso es lo que significa cierto.