techo
El techo es como un gran paraguas plano sobre tu cabeza cuando estás dentro de una casa. Mantiene la lluvia y la nieve afuera, al igual que un paraguas lo hace cuando estás afuera. Pero en lugar de sostenerlo, el techo se mantiene solo, manteniéndote seguro y seco.
Imagina el techo como un sombrero para tu habitación. Así como usas un sombrero para proteger tu cabeza del sol o la lluvia, el techo está ahí para proteger todo lo que hay dentro de la habitación. Asegura que nada de afuera, como hojas o pájaros, pueda entrar.
Piensa en el techo como una manta para tu casa. Por la noche, cuando estás dormido, envuelve la parte superior de tu habitación, manteniéndola cálida y acogedora. Aunque no puedas tocarlo como una manta en tu cama, siempre está ahí, asegurándose de que te sientas cómodo y abrigado.
El techo es también como el cielo dentro de tu casa. Cuando miras hacia arriba, lo ves sobre ti, al igual que ves el cielo cuando estás afuera. Es la parte superior de tu mundo interior, siempre allí para mantenerte seguro.