Tallar es como jugar con plastilina. Tomas un gran trozo y usas tus dedos o pequeñas herramientas para darle forma a algo nuevo, como un dinosaurio o un corazón. Tallar es similar, pero en lugar de plastilina, usas algo más duro como madera o piedra. Usas herramientas especiales para quitar cuidadosamente pedazos hasta obtener la forma que deseas.
Piensa en tallar como dibujar, pero en lugar de usar un lápiz para poner líneas en papel, usas herramientas para quitar partes del material. Es como magia, donde revelas una imagen oculta al quitar las partes extra. Cada vez que quitas un pedazo, te acercas más a tu creación final.
Imagina tallar como un rompecabezas donde las piezas están escondidas dentro de un bloque. Tienes que ser muy paciente y delicado, como un detective, para encontrar las piezas correctas para quitar. Cuando terminas, tienes algo hermoso que no estaba allí antes, como cuando terminas un rompecabezas y ves la imagen completa.