La neutralidad de carbono es como una gran balanza. En un lado, tienes todo el carbono que ponemos en el aire, como cuando conducimos coches o usamos electricidad. En el otro lado, tenemos cosas que quitan carbono del aire, como los árboles. Para ser neutrales en carbono, necesitamos asegurarnos de que ambos lados de la balanza sean iguales. Esto significa que debemos poner menos carbono en el aire o encontrar formas de quitar más carbono, como plantar más árboles o usar máquinas especiales.
Imagina un globo que intentas mantener del mismo tamaño. Cuando soplas aire dentro de él, se hace más grande, al igual que poner carbono en el aire hace que la Tierra se caliente. Para que el globo no se haga demasiado grande, necesitas dejar salir algo de aire. Ser neutral en carbono significa dejar salir justo suficiente aire para que el globo permanezca del mismo tamaño, ni demasiado grande ni demasiado pequeño.
Piensa en un sube y baja en el parque. Un lado sube cuando agregas peso, y baja cuando quitas peso. La neutralidad de carbono consiste en asegurarse de que el sube y baja permanezca nivelado, sin inclinarse a un lado. Hacemos esto equilibrando el carbono que agregamos con el que quitamos.