Un coche es como una gran caja cómoda con ruedas que ayuda a las personas a ir de un lugar a otro. Piensa en él como una alfombra mágica que no vuela, sino que rueda por la carretera. Dentro, hay asientos como sillas donde puedes sentarte, y todos usan un cinturón de seguridad para estar seguros. El coche tiene un volante, como un gran mango redondo, que ayuda al conductor a decidir a dónde ir. También hay pedales en la parte inferior: uno para que el coche vaya más rápido y otro para detenerlo.
Imagina un coche como un robot amigable que escucha al conductor. El conductor le dice a dónde ir, y el coche sigue la carretera. El coche robot tiene luces como ojos para ver de noche y espejos como orejas para mirar atrás. También tiene un maletero, como una mochila, donde puedes guardar las cosas que quieres llevar contigo.
Otra forma de pensar en un coche es como una casa móvil. Tiene ventanas para mirar afuera, un techo para mantenerte seco cuando llueve, e incluso un pequeño ventilador o calefactor para mantenerte caliente o fresco. Puedes escuchar música, hablar con amigos o simplemente mirar por la ventana mientras el mundo pasa rápidamente. Es un lugar especial donde puedes tener pequeñas aventuras cada vez que vas a algún lugar.