Cautivar es como cuando ves un arcoíris después de un día lluvioso y no puedes dejar de mirarlo porque es tan colorido y hermoso. Es como si el arcoíris tuviera un poder mágico que te hace querer seguir mirándolo, y te sientes feliz y asombrado. Cautivar también es como cuando escuchas un cuento de hadas que es tan interesante y emocionante que no quieres que la historia termine. Te sientas allí con los ojos grandes, escuchando cada palabra porque te hace sentir que estás en un mundo diferente lleno de aventuras. Cautivar puede ser como cuando ves a un cachorro jugando y haciendo cosas divertidas. Te ríes y no puedes apartar la mirada porque el cachorro es tan lindo y juguetón. Te hace sentir cálido y feliz por dentro, y solo quieres seguir viéndolo jugar. Cautivar se trata de algo tan especial e increíble que no puedes evitar prestarle atención y sentirte realmente feliz por dentro.