La calma es como cuando eres un pequeño bote flotando en un gran océano. El océano está muy quieto y tranquilo, y el bote no se mueve mucho. Todo se siente pacífico y seguro. Es como cuando tienes una manta cálida alrededor de ti, y te sientes cómodo y relajado.
La calma también es como cuando estás en un jardín lleno de flores hermosas. El sol brilla, y puedes escuchar a los pájaros cantar suavemente. Te sientes feliz y contento, simplemente disfrutando del momento sin preocupaciones. Es como cuando tomas una respiración profunda y la sueltas lentamente, sintiendo cómo toda la tensión desaparece.
Otra forma de pensar en la calma es como cuando estás coloreando con tus crayones favoritos. Escoges tus colores favoritos y cuidadosamente rellenas los espacios. Estás concentrado y silencioso, y nada te molesta. Es un momento en el que puedes pensar claramente y sentirte bien por dentro.
La calma es como cuando estás sentado junto a un estanque, mirando a los pequeños peces nadar. Todo a tu alrededor está quieto, y te sientes pacífico por dentro. Es un sentimiento especial donde no tienes problemas ni prisas, solo disfrutando del momento presente.