Un ternero es como una versión pequeña de una gran vaca, al igual que un bebé es una versión pequeña de una persona adulta. Es el bebé de una vaca y está lleno de energía y curiosidad, al igual que tú cuando juegas y exploras cosas nuevas. Cuando nace un ternero, tiene un pelaje suave y esponjoso y unos ojos grandes y brillantes que miran el mundo con asombro, tratando de aprender todo lo que puede.
Piensa en un ternero como un pequeño explorador en un gran campo de hierba. Aprende a caminar sobre sus patas tambaleantes, al igual que tú aprendiste a caminar cuando eras un bebé. Se queda cerca de su madre, la vaca, que lo cuida y lo ayuda a crecer fuerte y saludable. A medida que crece, aprende a comer hierba y a jugar con otros terneros, al igual que tú aprendes a comer diferentes alimentos y a jugar con tus amigos.
Imagina un ternero como un joven estudiante en una escuela llamada la granja. Aprende de su entorno y de los animales que lo rodean. El ternero aprende a mugir, que es el sonido que hacen las vacas, y aprende a ser parte del rebaño, como tú aprendes a ser parte de tu familia y comunidad. A medida que crece, se vuelve más independiente, pero siempre recuerda las lecciones de sus primeros días.