Cuando hablamos de entierro, es como cuando pones un juguete especial en una caja y lo cubres con una manta. El juguete sigue ahí, pero está cómodo y seguro bajo la manta. En la vida real, cuando alguien a quien amamos fallece, lo ponemos en un lugar especial llamado tumba. Lo cubrimos con tierra, como la manta, para mantenerlo seguro y dejarlo descansar en paz.
Piénsalo como plantar una semilla. Cuando pones una semilla en el suelo, la cubres con tierra y la riegas. La semilla está escondida, al igual que una persona durante un entierro. Con el tiempo, algo hermoso puede crecer de esa semilla, como una flor o un árbol. De manera similar, cuando alguien es enterrado, podemos recordar todas las cosas hermosas sobre ellos y cómo nos hicieron felices.
El entierro también es como poner un tesoro en un cofre del tesoro. El tesoro se mantiene seguro y protegido dentro. Cuando enterramos a alguien, estamos manteniendo sus recuerdos y el amor que tenemos por ellos a salvo, al igual que el tesoro en el cofre.