Una bombilla es como un pequeño sol que vive en tu casa y te ayuda a ver cuando está oscuro. Imagina que tienes un pequeño amigo que puede brillar cada vez que necesitas encontrar tus juguetes por la noche. ¡Eso es lo que hace una bombilla! Brilla como el sol, pero es mucho más pequeña y cabe dentro de una lámpara o en el techo.

Piensa en una bombilla como una cáscara mágica especial que guarda luz dentro. Cuando la enciendes, se abre y deja que la luz llene la habitación. Esta cáscara mágica está hecha de vidrio, y dentro tiene pequeños cables que se calientan y brillan, ¡como si un superhéroe se estuviera cargando de poder!

Una bombilla también es como un bulbo de planta que se esconde en el suelo y crece para convertirse en una hermosa flor. Pero en lugar de crecer flores, ¡esta bombilla hace crecer luz! Se queda escondida en su lámpara hasta que la necesitas, y luego florece con luz para hacer que todo sea brillante y alegre. Al igual que las plantas necesitan agua para crecer, las bombillas necesitan electricidad para brillar. Cuando enciendes el interruptor, es como darle a la bombilla un sorbo de electricidad, ¡y se ilumina para decir gracias!