Un niño es como un pequeño árbol en un gran bosque. Así como los árboles comienzan como pequeñas semillas y crecen altos y fuertes, un niño comienza como un bebé y crece hasta convertirse en adulto. Los niños están llenos de energía, al igual que los árboles extienden sus ramas hacia el sol. Les encanta correr, saltar y explorar el mundo que los rodea.
Piensa en un niño como un cachorro con mucha curiosidad. A los cachorros les encanta jugar y aprender sobre todo lo que ven, y a los niños también. Hacen muchas preguntas porque quieren entender cómo funcionan las cosas. Los niños tienen muchos sueños, al igual que los cachorros tienen mucha energía para perseguir sus colas.
Un niño es como un superhéroe en entrenamiento. Puede que no tenga una capa ni vuele por el cielo, pero tiene un gran corazón y mucha imaginación. Los niños a menudo fingen ser héroes, salvando el día en sus mundos de fantasía. Aprenden a ser valientes y amables, al igual que los superhéroes. Los niños aprenden cada día a ser fuertes y cariñosos, listos para ayudar a los demás como un verdadero héroe.