Un bono es como una promesa. Supongamos que quieres comprar un juguete grande, pero no tienes suficiente dinero. Entonces, le pides a tu amigo que te preste algo de dinero. Prometes devolverlo después de un tiempo e incluso dar un poco más como agradecimiento. ¡Eso es un bono! Es una promesa de devolver el dinero con un poco extra llamado interés.
Piensa en un bono como una capa de superhéroe. Cuando alguien la lleva puesta, tiene el poder de ayudar a los demás. Cuando una empresa o un gobierno necesita dinero, se ponen la capa de bono y piden a las personas que les presten dinero. A cambio, prometen devolver el dinero con interés, como un superhéroe devolviendo el favor.
Imagina una alcancía que crece. Cuando das tu dinero a alguien a través de un bono, es como ponerlo en una alcancía especial. Con el tiempo, la alcancía crece gracias al interés. Cuando la abres más tarde, encuentras más dinero del que pusiste, gracias al bono.