Un perno es como una varita mágica que mantiene las cosas juntas. Imagina que tienes dos hojas de papel y quieres que se queden juntas. Podrías usar un pegamento, ¿verdad? Bueno, un perno es como un pegamento muy fuerte, pero en lugar de usar algo pegajoso, usa una varilla especial y una tuerca para mantener las cosas en su lugar. Pasa por agujeros en las cosas que quieres unir, y luego giras la tuerca del otro lado para asegurarte de que se mantengan apretadas y no se separen.
Piensa en un perno como un superhéroe que ayuda a que un puente se mantenga en pie. El puente está hecho de muchas partes, como un rompecabezas. Cada pieza necesita mantenerse conectada para ser fuerte y segura para que los coches puedan pasar por encima. Los pernos son como el poder del superhéroe, asegurándose de que cada pieza del rompecabezas se mantenga en el lugar correcto, para que el puente no se tambalee o se rompa.
Un perno también puede ser como la cremallera de tu chaqueta. Cuando cierras la cremallera de tu chaqueta, la cremallera mantiene los dos lados juntos para mantenerte caliente. Los pernos hacen lo mismo pero para cosas grandes y pesadas como edificios o coches, asegurándose de que todas las partes se mantengan ajustadas y seguras.