Cuando muerdes algo, es como usar tus dientes como pequeñas tijeras para cortar un trozo de comida. Imagina tu boca como una pequeña cueva y tus dientes como los guardias amistosos. Cuando quieres comer una manzana, tus dientes ayudan cortando un pequeño trozo para que pueda entrar en tu boca.
Piensa en un mordisco como un gran abrazo para la comida. Tus dientes se juntan y sostienen la comida, al igual que cuando abrazas a tu osito de peluche. Esto ayuda a romper la comida en pedazos más pequeños, para que tu barriga pueda manejarla mejor.
Morder también es como un pequeño monstruo amable que ama probar todo. El monstruo usa sus dientes para tomar pequeños trozos de comida, para disfrutar de todos los diferentes sabores. Es como probar un arco iris de diferentes sabores, un pequeño pedazo a la vez.
Otra forma de pensar en un mordisco es como una pequeña pieza de rompecabezas. Tus dientes ayudan a romper la comida en piezas de rompecabezas más pequeñas, para que tu cuerpo pueda juntar las piezas para crear energía. Esta energía te ayuda a correr, jugar y divertirte todo el día.