Cuando piensas en atar, es como dar un gran abrazo cálido a tu osito de peluche favorito. Cuando lo abrazas, lo mantienes cerca y se siente seguro y cómodo contigo. Esto es similar a cómo funciona atar: se trata de mantener las cosas juntas para que no se desarmen.
Imagina que tienes un montón de globos coloridos. Si no los atas con una cuerda, se irán volando. Atar es como esa cuerda; mantiene todos los globos juntos para que se queden contigo.
Piensa en un libro con muchas páginas. Sin un fuerte atar, las páginas se dispersarían por todas partes. Atar es el pegamento o la costura que mantiene todas las páginas en su lugar, permitiéndote leer fácilmente tus historias favoritas.
Incluso cuando usas cordones de zapatos, estás utilizando un tipo de atar. Al atar tus cordones, mantienes tus zapatos ajustados a tus pies para que puedas correr y jugar sin tropezar. Así que, atar es como un ayudante que se asegura de que las cosas se mantengan juntas, ya sea tu osito de peluche, globos, libro o zapatos.