Piensa en el comportamiento como un baile que todos hacen, pero a su manera especial. Al igual que algunas personas giran y saltan mientras otras se balancean suavemente, el comportamiento es cómo nos movemos por el mundo. Son las acciones que tomamos, como sonreír, hablar o incluso sentarnos en silencio. Cada persona tiene su propio baile único, y eso es lo que los hace especiales.

Imagina un jardín lleno de diferentes flores. Cada flor se comporta de manera diferente; algunas se abren al sol, mientras que otras pueden cerrarse por la noche. Esto es como cómo las personas hacen cosas diferentes en diferentes situaciones. A veces, jugamos en voz alta con amigos, y otras veces, podemos estar callados cuando escuchamos una historia. Nuestro comportamiento cambia al igual que las flores durante el día.

Ahora, piensa en el comportamiento como un conjunto de bloques de construcción. Cada bloque es una acción o sentimiento diferente, como ser amable, compartir o sentirse gruñón. Cuando juntamos estos bloques, construyen la forma en que actuamos. A veces, necesitamos cambiar los bloques para adaptarnos a la situación, como cuando usamos nuestra voz interior en la biblioteca en lugar de gritar. Esto nos ayuda a llevarnos bien con los demás y a sentirnos bien por dentro.