Una cama es como un pequeño nido acogedor donde puedes acurrucarte y descansar. Está hecha de un colchón suave que se siente como una nube esponjosa cuando te acuestas. Por la noche, cuando las estrellas brillan en el cielo, tu cama se convierte en tu lugar especial para soñar con aventuras e historias. Es como una alfombra mágica que te lleva al mundo de los sueños cada vez que cierras los ojos.
Piensa en una cama como tu propia pequeña isla en tu habitación. Está rodeada de mantas y almohadas, como un mar cálido que te abraza fuerte. Cuando te sientes cansado después de jugar todo el día, tu cama es como un barco amigable que te mece suavemente para dormir, llevándote a un lugar tranquilo.
Una cama también es como un castillo donde eres el rey o la reina. Puedes apilar almohadas para hacer un trono y envolverte en mantas como una túnica real. Es un lugar seguro y cómodo donde puedes ser tú mismo, leer tus historias favoritas y sentirte cálido y amado. Cuando te despiertas, tu cama es como un trampolín que te impulsa a un nuevo día lleno de diversión y aprendizaje.