Cuando decimos que algo es malo, piensa en un día lluvioso cuando querías jugar afuera. No es lo que querías, y puede hacer que te sientas un poco triste o molesto. Malo puede significar que algo no está funcionando como debería, o no es tan divertido como esperabas.
Imagina que tu juguete favorito está roto. Eso es algo malo porque no funciona como antes, y no puedes jugar con él como quieres. Malo también puede significar que algo no es seguro, como tocar una estufa caliente. Eso dolería, así que es una mala idea.
Piensa en un momento en que estabas dibujando y accidentalmente coloreaste fuera de las líneas. Puede que no se vea como querías, y eso puede sentirse malo. Pero recuerda, todos cometen errores, ¡y eso está bien! Malo no dura para siempre, y siempre podemos intentar mejorar las cosas.
A veces, malo es como cuando alguien toma tu turno en un juego. No se siente justo, y puede hacerte sentir infeliz. Pero hablar de ello puede ayudar a arreglar el sentimiento malo.