Una subasta es como un juego donde las personas intentan comprar algo diciendo cuánto dinero están dispuestas a pagar. Imagina una gran sala con muchas personas. Una persona, llamada el subastador, levanta un juguete y pregunta: ‘¿Quién quiere comprar este juguete?’ Las personas levantan la mano y dicen cuánto quieren pagar. El subastador escucha atentamente a todos y la persona que dice el número más alto puede comprar el juguete. ¡Es como un juego de quién puede gritar el número más alto!
Otra forma de pensar en una subasta es como una búsqueda del tesoro. Todos están buscando algo especial, como un tesoro escondido. Cuando encuentran algo que les gusta, le dicen al subastador cuánto tesoro darían por ello. La persona que ofrece más tesoro puede llevárselo a casa. ¡Es emocionante porque nunca se sabe quién ganará hasta el final!
Las subastas también pueden ser como un concurso de cuentos. Cada persona cuenta una historia sobre cuánto ama el objeto y qué haría con él. El subastador escucha todas las historias y elige la que tiene el mejor final, que es la oferta más alta. ¡Es una forma divertida de ver quién realmente quiere el objeto más!