Un ataque es como cuando alguien intenta quitarte tu juguete sin pedir permiso. Imagina que estás jugando con tu coche favorito y alguien viene y trata de arrebatártelo. Eso no es amable, ¿verdad? Así es como se siente un ataque. Es cuando alguien hace algo que no te gusta, y puede hacerte sentir triste o asustado. Al igual que cuando alguien intenta quitarte tu juguete, un ataque puede suceder de muchas maneras diferentes, como con palabras, acciones o incluso en una computadora.
Piensa en un ataque como una tormenta de lluvia repentina. Estás jugando afuera, y de repente aparecen nubes oscuras y comienza a llover fuerte. No lo esperabas, y puede que no tengas tu impermeable o paraguas. La tormenta es como un ataque porque ocurre de repente y puede hacerte sentir incómodo o preocupado. Pero al igual que puedes encontrar refugio de la lluvia, hay formas de protegerte de un ataque.
Un ataque también puede ser como un juego de etiqueta donde alguien intenta atraparte. En el juego, corres para evitar ser tocado. Un ataque es similar porque alguien intenta alcanzarte, pero en lugar de ser un juego divertido, puede que no te guste. Al igual que en el juego de etiqueta, es importante saber cómo mantenerte seguro y encontrar ayuda si la necesitas.