El apego es como un pegamento especial que te mantiene cerca de las personas o cosas que realmente te gustan. Imagina que tienes un osito de peluche favorito. Lo amas tanto que quieres tenerlo contigo todo el tiempo. Ese sentimiento de querer estar cerca de tu osito de peluche es como el apego. Te hace sentir seguro y feliz.
Piensa en el apego como un fuerte abrazo. Cuando abrazas a alguien que te importa, como tu mamá o tu papá, te sientes cálido y cómodo. Este sentimiento significa que estás apegado a ellos. Es como un hilo invisible que conecta tu corazón con el de ellos, asegurándote de que siempre te sientas amado y cuidado.
El apego también puede ser como un imán. Al igual que los imanes se pegan al refrigerador, tú te pegas a las personas y cosas que amas. Este sentimiento de imán te ayuda a no sentirte solo y te recuerda que alguien se preocupa por ti. Es la razón por la que extrañas a tus amigos cuando no están cerca o te sientes feliz cuando los vuelves a ver. El apego nos ayuda a todos a sentirnos conectados y amados.