Suponer es como cuando adivinas algo sin estar seguro. Imagina que ves una caja cerrada. Podrías suponer que hay un juguete dentro porque normalmente encuentras juguetes en cajas. Pero realmente no lo sabes hasta que la abres. Es como si tu cerebro estuviera haciendo una imagen de lo que podría estar dentro, aunque aún no lo hayas visto.
Otra forma de pensar en suponer es como cuando ves nubes en el cielo y supones que podría llover. No tienes un paraguas contigo, pero piensas que podrías necesitar uno porque las nubes a menudo traen lluvia. Tu mente está haciendo una predicción basada en lo que has visto antes.
Suponer también puede ser como cuando ves a tu amigo sonriendo y supones que está feliz. No le has preguntado por qué está sonriendo, pero piensas que está feliz porque sonreír suele significar eso. Tu cerebro está usando pistas para hacer una suposición. Pero recuerda, suponer no siempre es correcto, al igual que una pieza de rompecabezas que podría no encajar hasta que la pruebes.