Piensa en la evaluación como una búsqueda del tesoro. Cuando vas en busca del tesoro, tienes un mapa y pistas para encontrarlo. Una evaluación es como ese mapa y esas pistas. Te ayuda a descubrir cuánto sabes o qué tan bien puedes hacer algo. El tesoro al final es el conocimiento que obtienes o las habilidades que mejoras.
Otra forma de ver la evaluación es como una boleta de calificaciones que recibes en la escuela. Te dice qué tan bien lo hiciste en tus clases. Si lo hiciste bien, significa que entendiste las materias. Si no, te dice dónde necesitas trabajar un poco más.
También puedes ver la evaluación como un espejo. Cuando te miras en el espejo, ves tu reflejo. Una evaluación te muestra un reflejo de tu aprendizaje. Te ayuda a ver lo que sabes bien y lo que necesitas aprender más.
Por último, imagina la evaluación como un rompecabezas. Cada pieza del rompecabezas es una pregunta o tarea. Cuando juntas todas las piezas, ves la imagen completa de lo que sabes y puedes hacer.