La arquitectura es como ser un superhéroe que diseña lugares donde las personas viven, trabajan y juegan. Construir una ciudad gigante de LEGO es un buen ejemplo. Utilizas tu imaginación y habilidades especiales para asegurarte de que los edificios sean fuertes y no se caigan, y que las personas puedan moverse fácilmente de un lugar a otro. Al igual que un rompecabezas, cada pieza debe encajar perfectamente para que toda la imagen funcione. Los arquitectos piensan en cómo brilla el sol, cómo sopla el viento y cómo cae la lluvia para asegurarse de que los edificios sean cómodos y seguros.
Otra forma de pensar en la arquitectura es como hornear un pastel. Debes planificar todo antes de comenzar a mezclar los ingredientes. Necesitas una receta, que es como un plano que muestra cómo será el edificio. Al igual que necesitas huevos, harina y azúcar para hacer un pastel, los arquitectos necesitan ladrillos, vidrio y acero para hacer un edificio. Si mezclas todo correctamente, obtendrás algo hermoso y delicioso a la vista, al igual que un edificio bien diseñado.
La arquitectura también es como contar una historia. Cada edificio cuenta una historia sobre quiénes somos y qué nos importa. Los edificios pueden ser altos como una jirafa o anchos como un elefante, y pueden ser coloridos como un arcoíris. Los arquitectos usan su creatividad para asegurarse de que cada edificio sea único y especial, al igual que cada historia tiene sus propios personajes y aventuras.