Cuando apruebas algo, es como dar un gran pulgar hacia arriba. Imagina que ves a tu amigo dibujando un cuadro y piensas que es muy bonito. Le dices, “¡Guau, me encanta tu dibujo!” Eso es como aprobar su dibujo. ¡Les hace sentir felices y orgullosos!

Piensa en cuando quieres salir a jugar y le preguntas a tus padres. Si dicen, “Sí, puedes ir a jugar,” están aprobando tu plan. Es como obtener una luz verde, diciendo que está bien seguir adelante y divertirse.

A veces, cuando estás construyendo una torre con bloques, y le preguntas a alguien, “¿Se ve bien?” Si asienten y sonríen, están aprobando tu torre. Es como obtener un sello mágico que dice, “¡Buen trabajo! ¡Sigue así!”

La aprobación es como un abrazo cálido que te dice que estás haciendo algo bien. Es cuando alguien está de acuerdo con lo que estás haciendo y piensa que es una buena idea. Es como tener un animador que te apoya y te hace sentir seguro.