El apetito es como la forma en que tu barriga te habla. Cuando tu estómago hace pequeños ruidos o se siente vacío, es como si tu barriga dijera: ‘¡Oye, tengo hambre! ¡Dame de comer!’ Es la manera en que tu cuerpo te dice que necesita más energía para seguir jugando y divirtiéndose.
Piensa en tu apetito como un tanque de gasolina en un coche. Cuando el coche se queda sin gasolina, no puede ir rápido o lejos. Tu apetito es como el indicador de gasolina que dice: ‘¡Hora de llenar!’ Comer es como poner gasolina en el coche, para que puedas seguir corriendo y jugando todo el día.
El apetito también es como un reloj que te dice cuándo es hora de comer. Al igual que sabes que es hora de despertarte cuando el sol brilla, tu apetito te avisa cuándo es hora de desayunar, almorzar o cenar. Es como un recordatorio amistoso de tu cuerpo para mantenerte fuerte y feliz.