El tobillo es como una bisagra mágica que conecta tu pie con tu pierna. Imagínalo como un pequeño puente que te ayuda a caminar, correr y saltar. Cuando te mueves, se dobla y gira, permitiendo que tu pie apunte hacia arriba y hacia abajo o de lado a lado. Esto lo hace súper importante para mantener tu equilibrio y permitirte moverte fácilmente.
Piensa en tu tobillo como un compañero superhéroe para tu pie. Al igual que una bisagra de puerta permite que la puerta se abra y se cierre, tu tobillo permite que tu pie se mueva en todas direcciones. Sin él, tu pie estaría rígido y no podrías caminar suavemente o bailar.
Tu tobillo también es como una rama de árbol fuerte y flexible. Sostiene el “árbol” de tu cuerpo y te ayuda a mantenerte erguido. Al igual que una rama se dobla con el viento pero no se rompe, tu tobillo puede manejar muchos movimientos y aún así mantenerte estable. Está envuelto en bandas fuertes llamadas ligamentos que mantienen todo en su lugar, para que puedas jugar y explorar sin caerte.