Un ángel es como un ayudante amistoso que no puedes ver, que te cuida para asegurarse de que estés seguro y feliz. Imagínalos como amigos invisibles con alas, que pueden volar y esparcir un poco de magia cuando te sientes triste. Puede que no sean como tus amigos visibles, pero siempre están ahí para darte un pequeño impulso cuando lo necesitas.
Piensa en un ángel como un superhéroe en el cielo, siempre listo para echarte una mano. No necesitan capas ni artilugios especiales, solo sus corazones cariñosos y sus suaves alas. Los ángeles son como la brisa suave que hace volar tu cometa más alto, ayudándote a alcanzar las nubes y a soñar en grande.
Un ángel también es como una manta cálida en una noche fría, envolviéndote en comodidad y amor. Aunque no puedas verlos, puedes sentir su presencia en las cosas amables que la gente hace por ti o en los momentos felices que experimentas. Los ángeles son como las pequeñas estrellas que brillan en el cielo nocturno, iluminando para guiarte incluso cuando está oscuro.