Una alarma es como un pequeño amigo que te ayuda a recordar cosas importantes. Imagina que tienes un reloj especial que puede hacer un ruido fuerte cuando necesitas despertarte o recordar algo. Este ruido es la alarma diciéndote, “¡Hey, es hora de hacer algo!” Es como tener un ayudante que te empuja cuando es hora de levantarte de la cama o ir a la escuela.
Piensa en una alarma como un gallo. Al igual que un gallo canta por la mañana para despertar a todos, una alarma hace un sonido para despertarte. ¡El gallo no quiere que duermas todo el día, y la alarma tampoco! Está ahí para asegurarse de que comiences tu día a tiempo.
Una alarma también puede ser como un semáforo en tu rutina diaria. Así como una luz verde dice a los coches que avancen, la alarma te dice cuándo es el momento de comenzar algo nuevo. Ayuda a organizar tu día, para que sepas cuándo dejar de jugar y empezar a comer o cuándo dejar de ver la televisión y empezar a hacer tus deberes. Es un recordatorio amistoso para mantenerte en el buen camino.