Cuando admites algo, es como abrir una puerta para dejar que la verdad entre. Imagina que tienes un secreto, como un pajarito en una jaula. Cuando lo admites, estás dejando que el pájaro vuele, compartiendo lo que sabes con los demás. No siempre es fácil porque a veces la verdad puede ser un poco aterradora o hacerte sentir tímido, pero es importante ser honesto.
Piensa en jugar un juego, y accidentalmente rompes un juguete. Admitir es como levantar la mano y decir: ‘Fui yo.’ Puede ser difícil, como levantar una piedra pesada, pero te hace sentir más ligero por dentro porque hiciste lo correcto. Las personas pueden estar molestas al principio, como una nube tormentosa, pero luego generalmente se sienten mejor, como un arco iris que aparece después de la lluvia.
Admitir también es como ser un superhéroe. Los superhéroes son valientes, y cuando admites algo, tú también eres valiente. Estás mostrando que te importa lo que es correcto, al igual que a un superhéroe le importa ayudar a las personas. Es una forma de mostrar amor y respeto a quienes te rodean, haciendo del mundo un lugar mejor, una verdad a la vez.