Piensa en activar como cuando presionas el botón de un juguete y comienza a moverse o a hacer sonidos. El juguete estaba callado y quieto, pero después de presionar el botón, ¡cobra vida! Ese botón es como la llave para hacer que el juguete haga algo divertido.
Otra forma de pensar en activar es como cuando te despiertas por la mañana. Al principio, estás todo adormilado y no te mueves mucho, pero luego te levantas de la cama y comienzas tu día. Te activas para prepararte para todas las cosas divertidas que harás, como jugar o ir a la escuela.
Imagina un interruptor de luz en tu habitación. Cuando la habitación está oscura, no puedes ver mucho. Pero cuando enciendes el interruptor, la luz se enciende y todo se vuelve brillante. Encender el interruptor es cómo activas la luz para que funcione.
Finalmente, piensa en un superhéroe que tiene un traje especial. Cuando se lo pone, activa sus poderes y puede hacer cosas increíbles como volar o correr muy rápido. Sin activar el traje, el superhéroe es como cualquier otra persona.