aceptar
Aceptar es como cuando recibes un regalo. A veces, el regalo puede ser un juguete que realmente querías, ¡y te hace muy feliz! Otras veces, puede ser calcetines, que no son tan emocionantes, pero aún así dices gracias porque alguien pensó en ti. Aceptar significa que tomas lo que te dan con una sonrisa, incluso si no es lo que esperabas.
Piensa en aceptar como un gran abrazo. Cuando alguien te da un abrazo, abres tus brazos y dejas que te envuelvan. No los alejas porque los abrazos hacen que las personas se sientan cálidas y amadas. Aceptar es como abrir tus brazos a lo que venga, bueno o no tan bueno.
Imagina que estás jugando un juego. A veces ganas y te sientes como un superhéroe, y a veces pierdes. Aceptar es como decir, ‘Está bien si no gano cada vez. ¡Me divertí jugando!’ Se trata de estar bien con las cosas, incluso si no salen como quieres. Te ayuda a sentirte feliz y agradecido por todo, como disfrutar del juego, no solo de ganar.